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El recorrido del cómic erótico en España

Cuando me puse a escribir este post, pensé que me podría pegar el pasote y hacerme el interesante contando la historia del cómic erótico en España, pero fijaos que me he quedado con un palmo de narices. No hay manera de encontrar nada seguro sobre el recorrido que este género ha tenido en nuestro país, sólo algunas opiniones y artículos de varios años atrás, sobre temas muy puntuales.

Por desgracia yo tampoco soy un experto en estos temas, más allá de una pequeña colección de «La Judía Verde», que heredé de un hermano mayor. Cuando internet era algo así como ciencia-ficción, y los salas X sólo estaban al alcance de algunos privilegiados que no temían el ostracismo social si alguien les veía entrar en ellas, estos cómics porno eran nuestra única manera de desahogarnos.

Pero no penséis que eso era algo negativo ni que nos marcó de mala manera en nuestra juventud. Nada más lejos de la realidad, de hecho todo mi grupo de amigos estábamos más o menos en las mismas, incluso nos cambiábamos los ejemplares como si fueran cromos, intentado conocer las nuevas historias de nuestros personajes favoritos, que al fin y al cabo siempre tenían el mismo final.

En fin, que se me había ocurrido, años pasados ya de todo aquello y con muchas cosas vividas, que sería divertido e interesante hacer un poco de estudio sobre el tema, y saber cómo entró el cómic erótico en la España de la postguerra, cuando en Europa y Norteamérica ya estaba bien asentado. Pero no he tenido suerte, debo decirlo. Y la verdad es que lo siento.

Así que sólo puedo hablaros de las impresiones que algunos periodistas, creadores y artistas tenían sobre este tema. Aunque hay un dato contrastable: fue el 1 de octubre de 1976 cuando en el periódico El País apareció un artículo anunciando la introducción del cómic erótico en España, con la aparición de Muerde; y ese parece ser el principio de todo. Luego, si hacéis una búsqueda en la web, conoceréis diferentes páginas donde se habla muy en general de  algunas publicaciones y algunos de sus creadores, pero sin entrar en demasiados detalles. Y al fin, en otro artículo de El diario del Ferrol, se anuncia que el cómic erótico está casi completamente extinguido, después de haber tenido mucho auge en los años 80. Y eso parece ser todo.

Vuelvo a disculparme por lo poco que he podido contaros sobre el tema. Pero aquí me comprometo a hacer una investigación más exhaustiva, y si no consigo más información, os traeré algunos ejemplos del porno gráfico que se podía encontrar en España no hace tantos años, y que a muchos nos trae tan buenos recuerdos. Por de pronto, id haciendo boca con este vídeo.

Una breve historia del cómic

En su forma más simple, un cómic es una serie de palabras y también de imágenes que se presentan de una forma secuencial para formar una narrativa que pueden o bien no tener sentido del humor (McCloud mil novecientos noventa y tres). Los cómics son originarios de los Estados Unidos a finales de mil ochocientos, el cómic contiene habitualmente un lenguaje rutinario, un argot y lenguaje, como el color y un complejo juego entre texto y también imagen, todo sirve para una finalidad terapéutica, explicativa, y comercial en la cultura americana. De forma tradicional ocupando los márgenes de la cultura pop, el cómic es realmente un texto histórico muy valioso que comenta sobre de qué manera los jóvenes y adultos por igual se identifican con los temas culturales y políticos del momento. Como tal, un cómic es más que una serie de palabras y también imágenes con relevancia cultural marginal. En verdad, dado su papel cultural y comercial es tan complejo, una definición de «cómic» es una amalgama de debates teóricos sobre la secuencia, la narrativa, la imagen, el texto, el género, y el arte, así como su relación con otros géneros, como la literatura para los más jóvenes ( Meskin dos mil siete). Cuando menos, los cómics pueden ser vistos a resultas de las presiones de los artistas y los usuarios, como por las fuerzas históricas que actúan en los dos conjuntos. Más que una forma de entretenimiento para los jóvenes, los cómics son una forma de arte seria y compleja que tanto se nutre y crea fórmulas culturales y construcciones históricas.

Desde la década de mil novecientos sesenta, la industria del cómic ha sido dominada por los 2 primordiales editores de libros de superhéroes Marvel y los Cómics de detectives. El nombre oficial de DC a lo largo de prácticamente cincuenta años fue la publicación nacional de periódico; Marvel se conoce como Timely Comics desde mil novecientos treinta y nueve a mil novecientos cincuenta, y después como Atlas Comics a lo largo de una gran parte de la década de mil novecientos cincuenta. Muchos entusiastas de los cómics acostumbran a emplear el término de «edad» para distinguir periodos de la historia del cómic que comparten inquietudes, técnicas de narración, estrategias de marketing, estilos de arte, la escritura, y el enfoque de Género convencional (Coogan dos mil seis). Estas edades aproximadamente se pueden distinguir como la edad de oro (mil novecientos treinta y ocho-mil novecientos cincuenta y seis), la de Plata (mil novecientos cincuenta y seis-mil novecientos setenta y uno), la de bronce (mil novecientos setenta y uno-mil novecientos ochenta), la de hierro (mil novecientos ochenta-mil novecientos ochenta y siete) y finalmente la moderna (mil novecientos ochenta y siete-presente).