Los autores que se atrevieron con el comic gay

Aunque aquí en España los cómics eróticos, y también los de temática gay, no empezaron a surgir hasta la década de los 70, hacía ya algún tiempo que andaban por ahí obras gráficas representativas del sexo gay. Si nos trasladamos al año 1957, podemos encontrar en la revista estadounidense Physique Pictorial una serie de dibujos claramente homosexuales, realizado por el autor Tom de Finlandia.

En realidad, Tom de Finlandia era el nombre artístico de Touko Laaksonen, un artista finlandés que se atrevió a mandar sus dibujos de corte gay a la famosa revista americana, y decidió esconder su verdadero nombre para no tener problemas en su país, de corte claramente homófobo. Laaksonen bebió de la influencia de George Quaintance, un artista polifacético que desarrolló su obra, de claro corte homosexual, en la década de los 30, tocando muchas disciplinas como el baile, la escultura y la pintura. Estos dos artistas son los verdaderos iniciadores del movimiento gay en las artes gráficas.

Como decía, en Europa, y también en España, tuvimos que esperar algunos años más para poder disfrutar de algo así. En suelo patrio, la introducción del cómic gay se realizó a la par de la movida madrileña, y fue un factor revolucionario que sirvió para romper con la sociedad del momento. Uno de sus activos más famosos fue el cantante Carlos Berlanga, con su obra Olga Zana; y el máxime exponente Nazario Luque Vera, conocido como Nazario, que en su obra Anarcoma, situada en la Barcelona de los años 70, contaba la historia de una detective transexual.

En los años 80, tenemos que hablar del autor Ralf König, que ha sido un verdadero punto de inflexión en los cómics de temática LGTB, acercándolo a toda clase de públicos gracias a que cuenta historias divertidas y que entretienen a todo el mundo; de hecho, algunas de ellas han sido llevadas al cine, como El hombre más deseado y Lisístrata, ésta última coproducida por la industria española.

A partir de ahí surgieron algunos autores españoles que fueron lo que tuvieron la sartén por el mango durante algún tiempo, como Pere Olivé, Carles Ponsí o Ismael Álvarez. Y en el panorama internacional hay que hablar de Howard Cruse, que con su obra Mundos diferentes causó una verdadera revolución; ambientada en el Sur de Estados Unidos, cuenta la historia de un joven gay negro viviendo en una sociedad no sólo homófoba sino también racista, con lo que la tira fue una verdadera defensa de todos los derechos fundamentales contra la intolerancia humana.

Al empezar el siglo seguimos encontrando en España algunos artistas de cómics de temática gay, pero en ese momento surgió un problema, o más bien un obstáculo que cada vez se está volviendo más insalvable: se trata de Internet, el porno online y los videos gays gratis. Si para otras disciplinas artísticas el acceso ilimitado y gratuito a todo tipo de obras ha causado estragos, imagínate lo que ha sido para los medios gráficos, y sobre todo para un producto con un público tan restringido.

Aunque cada vez el contenido homosexual es visto no sólo por personas de esta condición sexual, sino por todo el público en general, no se puede negar que el sexo entre hombres tiene un público todavía reducido. Si el acceso a obras de todo el mundo, en el momento que apetezca y sin tener que pagar cubre las necesidades de ese pequeño grupo, es difícil que una editorial pueda competir con ello. Y ojo, que no siempre el tema del dinero es lo que decanta la situación; como comenté en un artículo anterior, no es fácil encontrar cómics de temática erótica, y mucho menos gay, en cualquier quiosco ni librería. Así que la falta de oferta física quizá también incline la balanza hacia la demanda online, que tiene una forma mucho más fácil e instantánea de ofrecer al público aquello que pida.

Si os sigue interesando el mundo del comic para gays, o de temática LGTB en general, no dudéis en dejar vuestras impresiones  escribiendo en los comentarios, hasta pronto.